La llamada Garantía Juvenil se puso en marcha en 2013 con el compromiso de facilitar a los jóvenes un empleo, prácticas o formación en un plazo de solo cuatro meses. Bruselas dotó el programa con 6.400 millones en total y asignó a España casi un tercio (1.800 millones) de esa cantidad en consonancia con su elevadísima tasa de paro juvenil.
Tres años después de la puesta en marcha del programa, y cuando Bruselas prepara una ampliación de la partida en otros 2.000 millones de euros, la Comisión ha revisado la aplicación de la Garantía y, contra todo pronóstico, España es uno de los países que sale peor parado.
La cobertura del programa en España apenas alcanza al 10,7% de los ninis españoles, es decir, de los menores de 30 años que ni estudian ni trabajan frente a la media europea del 41,9%, según el informe de la comisaria europea de Empleo, Marianne Thyssen. Casi el 90% de los potenciales destinatarios de la ayuda ni siquiera se han registrado en el programa y es probable que muchos ni siquiera conozcan su existencia.
“El mecanismo no ha logrado todavía sucitar un amplio interés entre el grupo al que va dirigido”, reconoce el informe de Thyssen, fechado el pasado 4 de octubre. Y la escasísima difusión de la Garantía Juvenil no es el único síntoma del aparente fracaso del programa en España. El plazo de cuatro meses tampoco se ha respetado en muchos casos.
Casi la mitad de los jóvenes españoles que han dado el paso de registrarse (el 47,5%) seguían esperando una oferta después de haber expirado el plazo de los cuatro meses. El dato, según el departamento de Thyssen, indica que existe “una progresiva acumulación de jóvenes cuya solicitud no se ha tratado a tiempo”. Pero tal vez la conclusión más preocupante del balance en el meridiano de la Garantía (al programa le quedan otros tres años, hasta 2018) sea el de la efectividad del programa en la integración laboral de los ninis. Según los datos de la Comisión, el 62,3% de los jóvenes que se acogieron a la Garantía durante 2015 se quedaron otra vez sin empleo, prácticas o estudios apenas seis meses después.
“El programa es un fracaso en España porque no llega a la gente que debería y a los que llega no les resuelve prácticamente nada”, lamenta el eurodiputado socialista Javi López.
- Mal diseño
López considera que el programa europeo, a pesar de sus limitaciones intrínsecas, es interesante. “Pero es evidente que en España no se está aprovechando como se debiera”, lamenta el eurodiputado.
Entre las posibles causas del mal resultado de la Garantía Juvenil en comparación con otros países, López apunta a que “en Francia, por ejemplo, con una cobertura del 80,5%, el programa se ha desarrollado a través de los servicios nacionales de Empleo, cosa que no ha ocurrido en España”.
En España, según la CE, el registro de jóvenes se ha canalizado a través de las comunidades autónomas, las cámaras de comercio y otras organizaciones.
La CE pide el reintegro de parte de los fondos
La ejecución de la Garantía Juvenil en España ha sido tan precaria que la Comisión Europea incluso ha pedido al Gobierno el reintegro de parte de los fondos adelantados para facilitar su implantación, según señala la comisaria europea de Empleo, Marianne Thyssen, en respuesta a una pregunta parlamentaria presentada por los eurodiputados Eider Gardiazabal, Javi López y Sergio Gutiérrez, del grupo socialista.
Bruselas aumentó en febrero de 2015 el nivel de prefinanciación, que pasó del 1% del programa al 30%, con vistas a facilitar su rápido desarrollo. El cambio permitía a España recibir por adelantado 283 millones de euros en lugar de los nueve millones previstos inicialmente. Pero ese anticipo, recuerda Thyssen en su respuesta parlamentaria, estaba supeditado a que antes del 23 de mayo de 2016 España presentase una solicitud para el pago del 50% y demostrarse contar con un sistema de gestión y control riguroso aprobado por la autoridad nacional de auditoría. “España se retrasó en el proceso y no puedo justificar suficientes pagos certificados”, señala Thyssen. En consecuencia, “la Comisión tuvo que pedir a España el reembolso temporal de la prefinanciación”. Bruselas señala que España mantiene el derecho a recibir la totalidad del programa. Pero el retraso indica el escaso interés o habilidad para aplicar un programa en un país con una tasa de desempleo juvenil del 50% y casi un millón de jóvenes parados.
Otro síntoma de la escasa implantación de la Garantía, según el eurodiputado Javi López, es que el 100% de las ofertas se han financiado con cargo al subsidio europeo sin participación pública ni privada nacional.