ENTREVISTA AL EURODIPUTADO: SERGIO GUTIERREZ PRIETO

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Sergio Gutierrez Prieto nació en Escalona, provincia de Toledo, en 1982. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, y ahora ejerce de diputado del Parlamento Europeo desde el 19 de julio de 2010. 

Sergio es de nuestra comunidad autónoma y por ello no quisimos perder la oportunidad de poder entrevistarle como eurodiputado y como europeo. Un análisis de la evolución de España en la unión durante estos años y de la realidad europea es lo que nos trae esta entrevista a Sergio Gutierrez desde Bruselas. 

¿Cómo valora la presencia de nuestro país en la UE en estos últimos 30 años?

Sergio Gutierrez, miembro español en el parlamento europeo.

Como una historia de éxito. Por supuesto que la UE ha supuesto para España crecimiento económico y cohesión social, más allá de las tremendas dificultades actuales, las posibilidades que supuso el mercado único para nuestras empresas, las ayudas en infraestructuras básicas -desde autovías hasta colegios y hospitales- provenientes de los fondos de cohesión o la modernización de la agricultura y ganadería a través de la PAC, Europa ha sido sinónimo de oportunidades para España.

Pero mucho más allá de todo ello, la Unión Europea representó para España la conquista de un modelo de valores, de principios democráticos, del respeto al pluralismo y a la libertades individuales y colectivas que es, en definitiva, nuestra mayor conquista histórica.

El problema de hoy, es que la Unión Europea, o mejor dicho algunos de sus dirigentes han traicionado gran parte de esos valores que representan nuestro verdadero valor añadido, nuestro hecho diferencial: no hay Unión Europea sin solidaridad, sin redistribución y sin respeto a las libertades fundamentales. El balance de los primeros 30 años es de éxito, pero tenemos que cambiar muchas cosas para que los siguientes 30 también lo sean.

¿Cuál puede ser el siguiente paso en la formación de la UE?

Si debo elegir un único paso, el más importante de todos, es la Unión Social. ¿Qué significa? Que tenemos que compartir, más allá de un espacio económico cuyo mayor ejemplo es la moneda única, también tenemos que garantizar un espacio social de derechos homogéneo, especialmente en lo que se refiere al trabajo (salarios, prestaciones por desempleo, rentas mínimas…).

Personalmente, en mi trabajo como parlamentario, estoy implicado en la   creación de un marco europeo de salarios mínimos (porque no podemos permitir la disparidad de salarios que existen actualmente en la Unión Europea que supone una competencia en costes laborales entre socios  europeos) que acabe con lo que ahora se denomina “pobreza laboral”, es decir trabajar en la UE por menos salario del que te permite vivir con dignidad: llenar la cesta de la compra, pagar una hipoteca o alquiler o el recibo de la luz.

¿Cree posible una futura unión política?

     Ya tenemos una Unión política que se representa en un gobierno de la Unión (la Comisión Europea) controlada democráticamente por el poder legislativo (Parlamento Europeo). Pero tenemos que ampliarla, mejorarla y reforzarla. Y eso sólo pasa por quitar competencias al Consejo Europeo (la reunión de jefes de Estado y de Gobierno) y dárselas a la Comisión y al Parlamento Europeo. Las decisiones europeas no pueden depender de vetos nacionales, ni de los intereses, ni de los problemas internos de cada Estado miembro. La solidaridad con los refugiados, o con los países con dificultades económicas, no puede depender de los debates internos de cada uno de los Estados miembros. Hay, ahora mismo, un riesgo cada vez más fuerte de renacionalizar no sólo las políticas europeas sino también nuestras decisiones y eso, sinceramente lo creo, va en perjuicio de la solidaridad y de la altura de miras que necesitamos urgentemente. Dar poder a la Comisión y al Parlamento Europeo es, igualmente, dar mayor poder a la democracia europea y a la transparencia.

“la Unión Europea representó para España

la conquista de un modelo de valores”

¿Cree, como dicen algunos euroescépticos, que la permanencia de España en la UE nos resta capacidad de acción frente a la crisis económica?

Para nada. Una cosa es que los dirigentes de la Unión Europea se hayan equivocada (empezando por el anterior Presidente Durao Barroso, continuando por Ángela Merkel) en la política económica que se ha llevado a cabo y, otra cosa bien distinta, es que la Unión Europea no tuviera los mecanismos suficientes para haber hecho frente a la crisis con más eficacia.

Si no fuera por que compartimos una moneda común, por la protección del Banco Central Europeo, por la fortaleza que nos compartir un presupuesto comunitario (o por los estabilizadores de renta que suponen para España los fondos europeos) hubiéramos pasado mayores y más duras dificultades.

Por poner un ejemplo muy gráfico. En términos, por ejemplo, de tiro al plato. Lo que nos quieren hacer creer los euro escépticos es que falla la escopeta (los instrumentos europeos), cuando lo que realmente ha fallado ha sido el tirador (sus dirigentes).

La UE tiene por delante ciertos retos como por ejemplo la crisis de Siria, ¿cómo valora la gestión de la UE sobre la crisis de los refugiados?

Sergio-Gutierrez-Maria-Badia-Eurocamara_EDIIMA20121025_0310_4    Para ser sinceros, las instituciones comunitarias han estado a la altura no así los Estados miembros, sus gobiernos, que han mostrado la cara más insolidaria, injusta e ineficaz de los cuales me siento totalmente decepcionado e irritado, empezando por el gobierno de España.

La Comisión Europea propuso un sistema de cuotas obligatorias para repartir la solidaridad en la acogida de los refugiados. Personas que huyen de la guerra y del Estado Islámico. Propuso un registro y un reparto europeo. Los países de la Unión Europeo no sólo no lo aceptaron, no sólo han incumplido sus compromisos de acogida sino que han cerrado las fronteras permitiendo a miles de personas (muchísimos niños) divagar sin rumbo por las vías de trenes europeos. Lamentable.

Y ahora, además, han decidido subarrendar la gestión a Turquía. Somos y debemos sentirnos corresponsables de la situación en Siria y en otros tantos muchos países, por acción o por omisión. Y deberíamos, como mínimo, dar protección y dignidad a las personas que huyen del horror que la UE no ha sido capaz de ayudar a evitar.

Entendemos que a corto plazo uno de los grandes interrogantes es el referendum que se plantea en Reino Unido, ¿cuál es su valoración del mismo?

Pase lo que pase después del referéndum británico la Unión Europea no volverá a ser la misma. No volverá, por supuesto, si deciden salir del club. Y no volverá a ser la misma si se aceptan, tal y como están, las restricciones (sobre todo en la libertad de movimiento) que plantean para continuar. Espero que el Reino Unido decida seguir, especialmente por las graves consecuencias que supondría para todos -en términos económicos, sociales y geopolíticos- especialmente para ellos. Y espero que, el Parlamento Europeo, corrija democráticamente las propuestas que, en esa materia, el Consejo y la Comisión Europea propongan con el objetivo de salvar los valores y la seña de identidad comunitaria.

Ahora bien, he de recordar que el referéndum es la consecuencia de la política corta de David Cameron que, con el objetivo de ser el candidato conservador a  Primer Ministro, y luego ganar las elecciones ante el empuje del UKIP de Nigel Farage aceptó convocar algo en lo que no creía. Él es rehén, y nos ha hecho rehenes a todos, de una estrategia de mirada corta para camuflar sus malos resultados políticos en lo económico y en lo social.

¿Cómo espera que sean los próximos 30 años para nuestro país dentro de la UE?

Espero que sigamos siendo un país que lidere un proyecto de paz, de solidaridad, cohesión y de crecimiento económico. Paz dentro de nuestras fronteras y garantes, también de la paz más allá de las mismas. Que seamos un actor relevante en la solidaridad con las personas que más lo necesitan sea cual sea su origen, su nacionalidad, su religión o su sexo. Que ejerzamos de líderes de la cohesión social entre países distintos y, dentro de estos, entre ciudadanos diferentes sabiendo que la cohesión sólo se garantiza desde la redistribución desde políticas fiscales y sociales justas y eficientes. Y sobre todo crecimiento económico que es símbolo de prosperidad. Un crecimiento integrador (que no deja a nadie fuera), sostenible (respetuoso con el medio ambiente ylos recursos escasos que tenemos) e inteligente que nos diferencie de otras zonas del mundo por nuestra inteligencia y no por nuestros costes sociales o laborales a la baja.

Dentro de 30 años, si nada falla, estaré próximo a la jubilación. Espero haber trabajado duro y lo suficiente como para poder haber hecho realidad este sueño de un castellano-manchego.

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Fuente: viviendoeuropablog

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Noticias · Sergio en los medios

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